



-NOVELA GRÁFICA-


Proyecto de novela gráfica en tres capítulos sobre salud mental. Ilustré y conceptualicé completamente la historia, que trata trastornos comunes como la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias, con la intención de construir una narrativa visual honesta y simpática.
INTRODUCCIÓN

Este proyecto partió como mi trabajo de título en Diseño Gráfico. Al principio solo quería hacer algo que me permitiera ilustrar mucho, pero con el tiempo fue tomando forma y terminó convirtiéndose en una historia que sigo desarrollando hasta hoy. Así nació "Perdí mi cabeza", ambientada en Puerto Montt, que habla sobre la salud mental en diferentes etapas de la vida. En ella, los problemas de los personajes crecen hasta volverse reales: monstruos que representan lo que cada uno lleva por dentro. El resultado inicial fue un libro de 100 páginas completamente ilustradas.


Capítulo 1: Perdí la cabeza
Este capítulo sigue a un personaje que vive con depresión, atrapado en una rutina vacía y repetitiva. La historia explora su desconexión emocional y la sensación de haber perdido una parte esencial de sí mismo, representada metafóricamente por la ausencia de su cabeza. A través de imágenes visuales y simbólicas, se muestra el peso de vivir con tristeza constante y el riesgo de rendirse ante ella.
El personaje es un hombre que vive atrapado en la rutina, sin emoción ni propósito. Una mañana se da cuenta, con sorpresa, de que ha perdido su cabeza, y poco a poco entiende que en realidad lleva mucho tiempo así, sin notarlo. Durante el día intenta seguir con su vida como si nada, pero todo a su alrededor refleja su cansancio y tristeza: la ciudad se ve gris, casi derretida. Al final del día, su cama le habla, prometiéndole descanso y tentándolo a rendirse por completo. La cabeza de fantasma que tiene ahora le permite mostrar emociones, pero también simboliza lo invisible y desconectado que se siente del mundo.

Capítulo 2: Soy mi incendio
Este capítulo retrata a un hombre agobiado por sus problemas, que recurre al abuso de sustancias —en este caso, el alcohol— como una forma de escape. Aunque busca alivio, el consumo termina afectándolo profundamente y dañando todo a su alrededor. La adicción se representa metafóricamente como un incendio: al beber, el personaje se quema vivo, creyendo que se alivia, cuando en realidad empeora su situación en todo sentido.


El protagonista es un joven adulto desaliñado, frustrado con su trabajo y con la sensación de estar estancado en una vida sin propósito. Cada noche, al llegar a casa, debe enfrentarse a los monstruos que encarnan sus inseguridades y culpas: una masa burlona que lo presiona, una figura escuálida que refleja su baja autoestima y pequeñas criaturas que representan sus remordimientos. Bebe para callarlos, pero en ese intento solo se pierde más en sí mismo. En su rutina diaria, el mundo le parece gris y vacío; solo bajo los efectos del alcohol logra verlo transformado, como si todo cobrara color y sentido, aunque sea una ilusión pasajera.

Capítulo 3: Mi cuerpo grita
Este capítulo sigue a un joven con ansiedad, cuya mente lo sabotea durante su primer día de trabajo. Los pensamientos intrusivos y el miedo al juicio lo paralizan, llevándolo a una crisis que interrumpe su rutina laboral. Además, la historia aborda la dismorfia corporal, representada metafóricamente en la forma en que el personaje se percibe a sí mismo: como una figura desproporcionada con forma de jirafa, símbolo de su inseguridad y sensación de no encajar.
Un joven de cabello largo y suéter grande enfrenta su primer día de trabajo en un supermercado, pero la ansiedad lo domina desde antes de comenzar. La ciudad, para él, se ve filosa y angulosa, con edificios que parecen más grandes de lo que son, reflejo del caos en su mente. Cada movimiento se siente torpe y observado, y sus pensamientos se transforman en cuervos que lo siguen, repitiendo todo aquello que teme de sí mismo. Incapaz de contener la presión, termina abandonando el lugar, cargando una mezcla de vergüenza y derrota.

Lo que viene después...
Este proyecto es algo al que le he dedicado muchas horas, y al que le tengo un cariño enorme. Me gustaría que, con el tiempo, llegara a convertirse en algo que se pueda publicar y vender a un precio justo, accesible para cualquiera que quiera leerlo, más allá de ser solo una muestra de conceptos e ilustraciones.
En mis ratos libres sigo trabajando en él: ilustrando nuevas páginas, puliendo escenas antiguas y dándole forma a lo que quiero que sea su versión final.
Si lo que acabas de leer te llamó la atención, más abajo puedes ver un extracto del primer capítulo en su estado actual. Todavía es un work in progress, pero si te da curiosidad leerlo o simplemente quieres apoyar lo que hago, te agradezco mucho por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo de mirar mi trabajo :)

















